Kutaisi es la segunda ciudad más grande de Georgia, y ubicada a unos 220 km de Tbilisi (o Tiflis).
En el siglo VI a.C., las tribus del oeste de Georgia formaron el estado llamado Reino de Cólquida, situado a lo largo de la costa del Mar Negro. Cólquida es la tierra en la que se desarrolla la leyenda épica de los argonautas. En la mitología griega, los argonautas fueron una banda de héroes, que en los años anteriores a la guerra de Troya, junto a Jasón, fueron a la Cólquida en búsqueda de su vellocino de oro, ya que los antiguos cólquidos guardaban el secreto de obtención de oro.
Esta historia fue llevada al cine por Don Chaffey, en 1963, en la película «Jasón y los Arganoautas» con efectos especiales de Ray Harryhausen. Tengo un recuerdo muy bonito de ver esta película con mi hermano, y quedarme flipado con la escena del enfrentamiento con los 7 esqueletos.
Quién me iba a decir que en Julio de 2013, recalaría varios días en esta ciudad debido a un viaje de trabajo.
Llegamos a Batumi, bonita ciudad ubicada a orillas del mar Negro, en un vuelo de Turkish Airlines, con escala en Estambul. Un cartel con el bonito alfabeto georgiano nos daba la bienvenida al país:
Muchos taxistas te ofrecen a llevarte pero nosotros ya teníamos apalabrado el transporte. Nos fuimos en coche hasta Kutaisi en un trayecto de unas 2 horas y media. Entre que era de noche y la velocidad de conducción de los georgianos, no tengo fotos del recorrido.
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Pasadas la 1 de la mañana recalamos en el hotel Edemi. Un sencillo, céntrico y económico hotel, con un personal simpático y agradable:
La habitación era bastante modesta:
El desayuno era muy bueno y consistente: huevos, salchichas, tostadas con mermelada, kachapuris, cafe con leche,…
Los georgianos son gente de buen comer:
El hotel está en la parte de atrás de la principal plaza de la ciudad. Justo detrás del Teatro Drama. Hay una parada de taxis a 50 metros, que te puede venir genial para ir al aeropuerto o visitar los monasterios de Gelati y Motsameta (Patrimonio de la Humanidad).
Trabajamos duro durante esos días, pero tanto a primera hora de la mañana, como a última hora de la tarde-noche, pude salir a conocer esta curiosa ciudad.
La primera mañana me levanté tempranísimo, no había un alma por la calle y subí bajo una fina lluvia la cuesta de la colina Uk’imerioni que conduce al monumento más famoso de Kutaisi: la catedral ortodoxa georgiana de Bagrati (siglo XI, reconstruida recientemente). Es patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pero la han reconstruido tanto, que puede perder dicha nominación:
Aparte de la mencionada catedral, durante los días siguientes pude hacer algunos pequeños recorridos por esta curiosa ciudad. Os dejo algunas fotos:
Pero sin duda, lo mejor de Georgia, son los georgianos, gente muy amable y amistosa, siempre dispuestos a brindar por algo.
En próximos posts os hablaré de la rica gastronomía georgiana (kinkalis, kachapuris, …) así como de una visita que hice a los preciosos monasterios ortodoxos Patrimonio de la Humanidad de Gelati y Motsameta.